reflexiones sobre vivir inteligentemente

lunes 27 de septiembre de 2010

Solo quería agregar al pensamiento en voz alta de Hugo, mi reflexión sobre el tema o línea de pensamiento del último encuentro.
También me gustarían otros distintos enfoques sobre el tema. Porque de ello se trata reflexiones de los lunes, como bien se sintetiza en la carátula de esta página.
Agregaría algo quizás menos ordenado a lo que Hugo expuso sobre el tema.
Pero bueno. Ahí va…

Todos los sentidos pasan por la computadora y todas las ideas salen a través de nuestros sentidos. Somos receptores y emisores de inteligencia.
¿Dónde termina el adentro y comienza el afuera?
“aprendemos imitando mientras vamos descubriendo
descubrimos aprendiendo mientras vamos imitando”
Son el ello y el yo interactuando.
Si la comunicación existe, este proceso no es algo fijo, sino de una transformación constante.
La mente trabaja en un formato de polaridad.
Ubicarnos en el espacio es establecer coordenadas

Adelante-atrás
Izquierda-derecha
Arriba-abajo

Ubicarnos en el tiempo también
Pasado-futuro
Antes-después

Despertar conciencia es romper esa dualidad, es entender que la realidad es un espacio en donde confluye un intercambio.
Es entender que el otro y el yo son dos miradas de distintos ángulos sobre un mismo suceso. Y siempre hay lugar para el complemento.
El otro no es un espacio a ocupar o desplazar. Y el yo tampoco un espacio en retirada. Establecer la comunicación en función de verdadero o falso, no es posible.
Quién viera este razonamiento diría… ¿bueno pero entonces seria imposible tener dos visiones iguales de una misma realidad? Seria imposible ponernos de acuerdo. Y yo diría sí. Para ponernos de acuerdo es necesario pensar en función del interés. Y ahí el eje de la comunicación es otro. Ganar o perder. Retroceder o avanzar. Prevalecer lo individual sobre lo colectivo. O viceversa.
Me gusta comparar esta idea con el ejercicio de mirar. Uno puede tapar un ojo y ver, o tapar el otro y ver, o destapar los dos y ver. En esta última se enriquece la imagen con la noción de profundidad que aportan los dos ojos al mismo tiempo.
Entonces, dónde pongo el foco de la inteligencia en este razonamiento. Desde que ángulos de la vida me paro para ver en la perspectiva del tiempo, los cimientos sobre los que pisar.
Pienso que es lento y trabajoso generar espacios de confianza, en un colectivo donde es difícil establecer jerarquías. Y quizás ese sea el gran salto, animarse a ver por encima de muros. Mirar dentro de nuestros mismos muros. Establecer esos espacios de confluencia requiere de un esfuerzo y de un tiempo que a veces cuesta acompasar con los otros tiempos.

martin