jueves, 4 de noviembre de 2010

Pensamiento – química – comportamiento

En el ser se conjugan dos corrientes.
Una asociada al pensamiento práctico, concreto, instantáneo, instintivo. Y otra asociada más con lo analítico y filosófico.
Quién ve desde su ángulo más práctico tiende a tomar los hechos aislados, descarnados, desprendidos del resto de la trama de la vida. Y elabora una estrategia para comprenderlos y manejarlos.
En cambio quienes utilizan su lado más analítico, toman la perspectiva del hecho y visualizan todas las posibles variantes del contexto para comprender por qué ese hecho fue ese y no otro.
El hombre más práctico siente su vida como una irrupción en la trama histórica, en cambio quién es más analítico ve por detrás de su encarnación o individualización una esencia hombre que es común a todo ser humano y que lo atraviesa.

El psicoanálisis trata de ir recreando el puzzle de la vida hacia atrás hasta encontrar algún hecho u hechos que nos pueda hacer entender conductas y comportamientos propios y adquiridos (mi causalidad).
En cambio otros tipos de terapia más colectivas e interactivas tratan de descubrir juntos con los otros, qué conductas y comportamientos me hicieron diferente.
En la primera me tomo como un ser aislado del resto, como una singularidad. Y en la segunda en cambio persigue una mirada más de contexto, una casualidad dentro de los millones de probabilidades.

Para el ser práctico la luz es un rayo luminoso, mientras que para el analítico la luz al pasar por su prisma se descompone en una multiplicidad de colores y mi vida concreta abarca uno de ellos, quedando las otras como meras posibilidades no materializables.
Creo que hemos estado inducidos a ver la historia más psicoanalítica mente.
Yo sigo pensando que cada uno ve lo que quiere ver, y después lo completamos con razonamientos.
No solo las enfermedades son psicosomáticas todo lo que vemos es psicosomático.
Así como los fármacos y las hierbas actúan en mi psique, y tenemos inhibidores o depresores, activadores y alucinógenos.
Por qué algunas personas me generan determinadas sensaciones y otras no.
Hay una química del pensamiento y de nuestros comportamientos que generan en las otras, reacciones diversas cuando interactúan.
No en vano quienes buscan desarrollar un lado más pacífico, amistoso o espiritual, nos proponen una dieta que esté libre de un montón de componentes que generan en nosotros comportamientos y actitudes más confrontativas.

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